¿Cómo se hace hoy en día una compra mayor? A 12 meses sin intereses, a 5 años o sin enganche. Muchas familias tienen sus gastos mensuales en orden, pero las compras mayores son las que los meten en problemas. Yo realmente creo que, en el fondo, a todos se nos viene la solución correcta primero, que es: ahorrar el dinero y, después, comprar; pero luego se acuerdan que no tienen la disciplina del ahorro y se les pasa. La solución correcta se esfuma porque ustedes saben que ahorrar una fuerte cantidad de dinero para hacer compras grandes es un partido que nunca han ganado.  Ahora, si a eso le suman toda la publicidad que les dice: lléveselo hoy y pague después, podemos ver por qué la gente nunca sale de los aprietos financieros. Hay quienes creen que el “después” no va a llegar nunca.

Empecemos por  definir qué es una compra mayor. Primero les doy unos ejemplos y, por favor, ayúdenme con algunos otros que se me hayan pasado por alto,  dejando un comentario aquí abajo.

¿Qué se considera una compra mayor?

  • Carro
  • Muebles
  • Televisión
  • Computadora/Tableta/Teléfono
  • Electrodomésticos
  • Pisos nuevos
  • Remodelación
  • Juego de columpios para los niños
  • Máquina para cortar el césped
  • Enganche para la casa

Ahora sí vamos a definir qué es una compra mayor en nuestro hogar. En mi casa, una compra mayor es de más de $100 dólares.  En su casa puede ser diferente, pero en nuestro hogar hemos establecido $100 dólares como límite.  Lo clave aquí es que se tiene que establecer una cantidad.  Como regla, si vamos a comprar algo de más de $100 dólares, mi esposa y yo vamos a platicarlo primero antes de hacer la compra. No se trata de controlar, sino de llegar a un acuerdo como matrimonio. Si algo le va a dar la sensación de operar como equipo, es esto de tomar decisiones juntos; cuando lo hacen así, ustedes se unen más.  Es increíble cómo todo ese esfuerzo de hacer un presupuesto empieza a dar fruto porque esto los obliga a sentarse a platicar y dar dirección a sus finanzas, es un momento especial porque los dos sienten que forman parte de un equipo y que sus opiniones son escuchadas y tomadas en cuenta.  Sienten que avanzan a un objetivo común; no uno cualquiera, sino hacia la paz y el desarrollo de su familia.

Para los solteros es más complicado porque no hay a quién rendirle cuentas.  Ellos no tienen alguien que les grite desde que entran por la puerta con su compra nueva: “¿Qué te compraste qué?”. El soltero compra cosas nuevas porque en su corazón abriga el sentimiento de “me lo merezco…”, y si le entra la “depre” empieza con: “pobrecito yo, no tengo ni perro que me ladre y trabajo muy duro”, “tan bueno que soy, no tengo vicios”, todo con tal de justificar una compra innecesaria.  Yo recomiendo que el soltero busque tener una relación con alguien a quien tenga que rendirle cuentas.  Esta persona debe ser alguien a quien respeta, a quien admira por su conocimiento o logros. Esta persona puede ser su papá, su abuela, su tío el millonario, su jefe o un amigo empresario. Alguien que le dé buenos consejos y que desee lo mejor para él o ella.  Por supuesto que no debe ser alguien que le diga: “no te preocupes comadre, cómprate tres y uno para mí”.  Debe ser una persona a quien empiece a acudir para tomar decisiones financieras por encima del límite establecido.  Definitivamente, tiene que ser alguien que le ame o respete lo suficiente para decirle la verdad.

Para ser bien claro con el consejo recuerda lo que dijo la abuela, “Si no tienes el dinero, no lo compres”.  En otras palabras, para hacer una compra mayor, junten el dinero y después hagan la compra. Por ejemplo, si la televisión que les gusta cuesta $1,000 dólares, incluyan en su presupuesto la categoría “televisión” con una cantidad de $100 dólares mensuales. Les aseguro que, en 10 meses, tendrán el dinero para comprar su tele y, a lo mejor, hasta está en oferta y les queda algo extra. Si la compra es muy urgente porque se descompuso el refrigerador y no tiene compostura y no tienen el dinero, no tengan miedo de comprar cositas con experiencia. Pueden solucionar temporalmente el problema del refrigerador con $100 dólares mientras juntan los $1,500,  para comprarse ese refrigerador que tiene televisión, radio, internet, calculadora y cámara HD, WiFi, voice activated, hace la lista del supermercado, y hasta huevos con jamón por la mañana.

Tal vez, al gastón de la familia no le guste este artículo y está pensando que esto lo va a controlar; pero le aseguro que empezar a trabajar como equipo les va traer satisfacción más duradera y solidez en su matrimonio y familia que la ilusión pasajera de otra compra o deuda innecesaria.  Este cambio de operar como equipo puede ser lo que necesita para que se desate algo en sus finanzas donde finalmente empiecen a salir de las deudas, acumular un fondo de emergencia o ahorrar para el enganche de la casa.  Eso es paz financiera y prosperidad familiar.