He visto cómo las adicciones pueden llegar a la vida de uno sin darse cuenta. Todos podemos ver cuando alguien está viviendo las graves consecuencias de una adicción al alcohol, drogas o pornografía. Con la aparición del internet estamos viendo adicciones que no existían hace 10 años. Me estoy enterando que estas nuevas adicciones son igual de destructivas como las que acabo de mencionar. Nunca, en la historia del ser humano, ha sido tan fácil transferir nuestro dinero a las cuentas bancarias de otros. Estoy hablando de las compras por internet, donde prácticamente tenemos una transfusión de sangre monetaria continua que está drenando el esfuerzo, sacrificio, fruto y labor de nuestro trabajo. Casi nadie reconoce si es adicto o no, así que quiero presentarle varias señales para reconocer si las compras que está haciendo por internet han desconectado el lado lógico de su cerebro.

Cambio de actitud – Si se enoja por no poder comprar esa cosa, es un adicto. Si su actitud cambia por no obtener el producto, es un adicto. Si pierde la concentración en el trabajo, si está perdiendo el sueño o si se aleja de la fiesta o reunión para ver o hacer una compra, es un adicto.

El dinero no rinde – Si está batallando para llegar a fin de mes, comprar por internet se han convertido en una adicción. Si no hay leche y huevos en el refrigerador y acaba de hacer otra compra por internet, usted es un adicto.

Esconde sus compras – No hay mucho más que añadir aquí. Si está casado, su matrimonio está en peligro. El pegamento de un matrimonio es la confianza y lo que ve como una compra inofensiva, puede destruir su familia.

No estoy sugiriendo que dejemos de hacer compras por internet. Si las compras que está haciendo están dentro del presupuesto, no hay nada que temer. Ahora, si muestra uno de los síntomas que acabo de presentar, converse con su cónyuge, si es casado, para que empiece a buscar soluciones a su problema. Si ya está viviendo consecuencias más graves, busque ayuda profesional lo más pronto posible.